* Ambiente acogedor y antiguo
* Desayuno casero delicioso

* Falta de limpieza en habitaciones
* Jardín sin asientos cómodos

El jardín junto al río es un lugar mágico, pero las camas individuales eran pequeñas y un poco incómodas.

La habitación tenía una decoración encantadora y era luminosa, con vistas al jardín bien cuidado lleno de hortensias. El desayuno, aunque simple, era casero y bien servido, con opciones agradables como el café con leche y tostadas.

El edificio, por su estructura, carece de ascensor, lo cual puede ser un inconveniente para algunos. Las camas individuales en la habitación eran bastante pequeñas, aunque cómodas. Además, la limpieza dejó un poco que desear, ya que notamos algunas telarañas en la habitación. También, el jardín, aunque bonito, tenía áreas sin asientos cómodos para disfrutar el entorno.

Una experiencia mágica en un entorno idílico

La habitación con vista al jardín era impresionante, llena de luz y detalles encantadores. Despertar con el sonido del río y disfrutar de un delicioso desayuno casero hecho con cariño fue un placer. Definitivamente, vale la pena dar un paseo por el hermoso jardín.

ciudad tranquila con encanto y fácil acceso a todo

Liérganes nos encantó, con el hotel situado a menos de 5 minutos a pie del impresionante Centro De Interpretacion Del Hombre Pez y a un corto paseo de la bellísima capilla y su historia fascinante. además, las habitaciones son amplias y limpias, haciéndonos sentir muy cómodos durante nuestra estancia de dos noches.

Tuvimos una experiencia maravillosa. La habitación era muy amplia y tenía unas vistas espectaculares al jardín y al río, creando un ambiente muy relajante. El desayuno fue otro punto destacado, con opciones deliciosas y bollería casera que siempre alegraron nuestras mañanas. La atención del personal fue excepcional, haciéndonos sentir como en casa. La cercanía al río proporcionó un momento idóneo para pasear por la zona y disfrutar de la naturaleza.

El acceso al edificio puede ser complicado para personas con movilidad reducida, dado que no cuenta con ascensor.

La casona el arral es preciosa y conserva su encanto antiguo. El jardín justo al lado del río ofrece unas vistas increíbles. Además, el personal es súper amable. me prepararon un termo con café para llevar a la habitación, un detalle muy apreciado. La capilla del hotel es una maravilla y te cuentan su historia, ¡vale la pena visitarla!

recomendado

la casona es encantadora, pero vi telarañas en la habitación, un detalle inaceptable. además, las camas son pequeñas, cómodas, pero pequeñas. esperaba más como un café de cortesía o un gesto amable por las incomodidades, pero parece que no hay atención especial. casi escribo una buena crítica, pero simplemente no pude.

Ubicación encantadora en un pueblo pintoresco, trato excelente de los dueños que te hacen sentir como en casa. Habitación amplia y cómoda, con vistas al jardín. Desayuno casero variado que alegró nuestras mañanas. Ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad.

Ideal para quienes buscan tranquilidad

La casona es muy bonita, con un jardín que tiene vistas al río. Me gustó mucho el trato de Inés y Gabriel, ellos realmente te hacen sentir en casa, incluso me prepararon un termo con café para tener en la habitación, lo que fue un detalle muy agradable.

No fue barato, pero aún así, aceptable.

la casa es hermosa y te hacen sentir como en casa. pero el wifi es muy flojo.

Ambiente antiguo y auténtico.

Los desayunos fueron un festín de sabores, con bollería casera que alegraron cada mañana. La habitación que nos tocó era inmensa, con vistas al jardín y al río, creando una atmósfera de paz y tranquilidad. De verdad, el ambiente que se respira aquí es mágico.

Aunque el encanto del lugar es indiscutible, notamos algunas telarañas en la habitación, que podrían mejorar con un poco más de limpieza. También, el jardín, aunque era una joya, no contaba con asientos cómodos para disfrutar plenamente del entorno.